sábado, 6 de octubre de 2007

Lhymen y la legitimidad de la violencia por Salomón Valderrama

Sordas ya las segures de la época, brillo labrado /En el más hondo lucro de las sombras. Con música muerta /He de hurtar un tiempo que se desmorona
Juan Ojeda, Stultifera navis

Reflexionar en torno a los problemas de la cultura y literatura andina o las manifestaciones discursivas "marginales" sigue constituyendo el pilar de nuestra revista.
Los directores, Lhymen No. 4


¿Qué es lo que provoca la violencia? ¿El hombre, su libre deseo de aplastar al indefenso, al pacífico, de salvarlo? ¿Puede ser en algún caso el poderoso, pacífico? La dicotomía es manifiesta, el deseo de ganar evidente: ¿Pero, ganar qué? Las luchas son por el control de la energía, por el poder adquisitivo. No se trata de poseer lo necesario para vivir, sino de lograr todo lo posible, en el transcurso de una vida, y aun alargar ésta, de ser posible, para tener la elección decisiva, la última.

Poderoso no es el que decide más, sino el que decide para todos. Un presidente, un alcalde, un senador… un teniente. La sugerencia se impone como voz única. Toda sugerencia es imposición para el que no aprendió a decidir, a pensar. Nuestra libre elección razonada es la libertad finisecular que hoy nos acompaña. Porque todo momento, de este siglo que inicia, es el último, el fin, por la guerra inevitable que nos corteja.

La violencia no existe en el reino animal, pues, estos lo que buscan es sobrevivir. Y su rol de comando, de gobierno de la manada, lo que estudiamos científicamente, es lo que se asienta sólidamente en la capacidad de reproducir su propia vida, sus genes, su continuidad como elemento perfeccionable entre una especie imperfecta. Un solo elemente que copula con todas las hembras posibles. Me pregunto si esto, en alguna cercanía, tendrá que ver con la necesidad de gobernar en los seres humanos. Su deseo de perpetuidad de decisión, y aunque sea ahogo, del espectro social. Pero el humano lo olvida. Lo que quiere no es vivir, sino simplemente mandar y así erigir su monumento inerte.

La legitimidad de la violencia está dada por su capacidad de velar sobre la prohibición de los otros. Lo permisible, lo que se otorga para controlar otros órdenes desconocidos u observados como antisistema en un momento preciso.

En este número 4 de la revista Lhymen, cultura y literatura (Año VI, junio 2007), dirigida por Dante González Rosales, Javier Morales Mena y Jorge Terán Morveli se analiza este fenómeno de la violencia diversificada y proyectada hacia los diversos recursos y haceres humanos. Su control de régimen estatal, políticas antiterrorismo, su capacidad de cambio y nuevo control o influencia de género, la ambientación de esta violencia en la literatura y su correspondencia, su aprovechamiento e imparcialidad en un mundo por naturaleza, humano, por parte, y autodestructivo: o de cambio constante.

Lo que realza la construcción de nuevas órbitas de influencia para salvaguardar. Para cada nuevo escenario una realidad tecnológica se eleva pero, a su vez, una nueva problemática brilla. La violencia así es imperecedera. Sin embargo, revistas como ésta, Lhymen, y como Ajos y zafiros, Hueso húmero, Tsé-tsé, Fórnix, Wayra, Renacimiento, Ginebra magnolia, Libros & artes, Los zorros, Intermezzo tropical, Cuadernos literarios, Siete culebras, Las sumas voces, Casa de citas, Bocanada, Coloquio y otras nos muestran que el estudio y la teorización sobre las raras arquitecturas que se desarrollan en el arte, nacido de la violencia del mundo humano, por su observación y entroncamiento, puede ser modificado hacia las nuevas generaciones.

Es de resaltar Trabajos del duelo: Aproximaciones a los primeros artículos sobre Juan Ojeda de Javier Morales Mena por la recopilación, análisis comparativo y propuesta hacia un estudio mayor de este poeta vital para la literatura peruana y mundial.

Colaboran en este número: Jaime Villanueva Barreto/ Renato Merino Solari/ Carmen Saucedo/ Javier de Taboada/ Rocío Silva Santisteban/ Núria Vilanova/ Francoise Aubés/ Jorge Terán Morveli/ Dorian Espezúa/ Gonzalo Espino/ Javier Morales Mena/ Moisés Sánchez Franco/ Guillermo Flórez Quichiz/ Edith Pérez Orozco/ Gina Moore Carranza/ Luis Vara Marín/ Carlos López Degregori/ Daniel Gonzales Rosales/ Rauf Neme Sánchez/ Carlos García Miranda/ Douglas Rubio Bautista/ Lorena García Pizarro.


Pachacámac, septiembre 2007.

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