sábado, 24 de noviembre de 2007

Pulir huesos. Veintitrés poetas latinoamericanos (1950-1965). Selección y prólogo de Eduardo Milán

Eduardo Milán, uno de los poetas más talentosos y singulares en lengua española, se encarga de seleccionar una variada muestra de la última poesía latinoamericana: veintitrés grandes poetas nacidos entre 1950 y 1965.

«Si uno se atreve a mirar el denso, tupido, no tan simpático rostro real de América Latina, puede encontrar –creciente, no precisamente intacto, tocado, para ser preciso– su rostro poético. De ese desafío, un botón de muestra, amplia y a la vez (dis)cernida, de su veracidad.» Eduardo Milán.

Era necesario para los amantes de la poesía en español un libro como éste, que acercara el talento, la sabiduría y la frescura de algunos de los mejores poetas latinoamericanos del momento. Veintitrés autores que vienen a demostrar la coexistencia de variadas y ricas poéticas no sólo desde el punto de vista formal, sino también en lo que a temática se refiere.

Así, el lector encontrará en esta obra uno de los posibles rostros poéticos de América Latina: tanto poemas de tintes vanguardistas como de resonancia barroca; poesía de tono coloquial y poesía meditativa; lírica sobre lo cotidiano y lírica sobre lo cósmico. Una antología que se abre con un excelente prólogo del poeta uruguayo Eduardo Milán y que, además de dar a conocer grandes voces, enriquece el diálogo entre la poesía española y la latinoamericana.

Los poetas peruanos incluidos son: Mario Montalbetti, Reynaldo Jiménez, Roger Santiváñez, Magdalena Chocano y Maurizio Medo.
.
Pueden conseguir la antología a través de la web del sello editorial Galaxia Gutenberg http://www.galaxiagutenberg.com/

1 comentario:

Antonio Tello dijo...

Estimado Paul, valoro el esfuerzo y la intención de Eduardo Milán, pero considero que hay ausencias flagrantes, como la de los argentinos Carlos Vitale y Neus Aguado, y del cubano Rodolfo Häsler, entre otros.

Cuatro poemas inéditos de Ludwig Saavedra

  Oración pagana del amor mochilero   ¿El corazón merece perdón? Todo el silencio es despiadado Todo silencio es una playa De tiempo es esta...