martes, 10 de mayo de 2011

Carta abierta a Susana Villarán, por Javier Arévalo

Sra. Susana Villarán
Alcaldesa de Lima.

Presente.

La municipalidad tiene la intención de realizar el proyecto Munilibro con una inversión de cien mil soles 2011. La presente es para alertarla de cómo el proyecto está mal diseñado, gastará recursos y no producirá impacto social alguno, el rechazo de la grande, mediana y pequeña industria editorial y la mala crítica y el rechazo de los autores locales.

Me invitaron a conversar sobre el tema las regidoras de Fuerza Social de la comisión de educación y cultura, la subgerencia de Cultura y antes lo conversé con Carmen Takayama, antes de que sea subdirectora de Educación. Quiero alertarla también que en este momento su gestión no ha formulado política pública alguna de promoción de la lectura que asegure el derecho de los ciudadanos a acceder al libro y la lectura.

Una ciudad que educa, es el lema con el que trabajamos la propuesta educativa. Lima tiene a más de 100,000 maestros que no comprenden lo que leen, 2 o 3 millones de niños que no comprenden lo que leen. Lima no ofrece condiciones para promover la lectura. Munilibro no enfrenta este problema social.

Los antecedentes: Munilibros de los 80

Mubilibros en los ochentas fue una respuesta al desolador panorama editorial. No nació para competir con la industria local, ésta estaba muerta. Su verdadero impacto social no consistió en vender libros a bajo costo, sino en visibilizar la cultura literaria contemporánea, prestigiar a los autores locales, promocionarlos entre una población que ignoraba que los tenía y que eran valiosos.

Fue un proyecto pertinente para los años 80

Murió porque no era sostenible, pero incitó a la industria editorial a mirar a sus autores.

Munilibro hoy 2011

Munilibro hoy se propone editar a 6 autores, 5 mil ejemplares cada uno en un año. No tiene plan de distribución, los autores son materia de discusión y no existe nadie que sepa el impacto que producirá no qué es lo que realmente quieren lograr.

El contexto hoy

Los proyectos de edición masiva a bajo costo ya los realiza la industria editorial. Solo los proyectos que he dirigido con La República han vendido más de los 2 millones 300 mil libros a 3.50 soles.

El Comercio, Epensa, y otros diarios comienzan a producir libros a bajo costo que se distribuyen en todos los kioskos del Perú.

En los últimos cuatro años, desde que hay Plan lector Nacional –política que yo diseñé. La industria para el libro infantil y juvenil ha dado un crecimiento de 500% y seguirá creciendo.

Frente a estas cifras Munilibro aparece como un esfuerzo ridículo y precario.

Munilibro: metas mal planeadas

Uno de los objetivos del proyecto Munilibro es “generar acceso al libro.” El impacto de imprimir 30 mil ejemplares no lo producirá.

Y resalto imprimir porque el proyecto está tan mal diseñado que no menciona qué se hará con esos ejemplares impresos. ¿Se venderán en librerías, en kioskos, se regalarán?

Y si la intención es generar acceso al libro ¿por qué la municipalidad sale a vender libros si estos han sido financiados con nuestros impuestos? ¿Es la municipalidad una editorial? Seguirá la misma lógica para bajar el precio del pan ¿pondrá panaderías? O de los zapatos, ¿pondrán zapaterías para que sean más baratos?

Munilibro 2011 destruye la imagen de la naciente industria editorial

Munilibro mina la imagen del editor local, tan golpeado durante años. Le dice a la población de Lima que los libros son caros por culpa de estos señores.

La Municipalidad enseñaría con Munilibros que las editoriales pequeñas como Estruendomudo, Mesa Redonda o Peisa son unos mercenarios empeñados en vender caros los libros y que la opción es hacer libros desde el Estado.

Los libros en el Perú no tienen precios altos. Sus precios corresponden a tirajes cortos. Y todo lo que hace en pequeña escala es más costoso.

Se edita en pequeña escala porque el sistema de distribución está en formación. Tenemos una librería por cada 800,000 habitantes. Chile tiene una por cada 100,000 y Argentina una por cada 30 mil.

Los libros no tienen más compradores porque lo que escasea además son los lectores.

Formar lectores es una tarea de la escuela y de las municipalidades en todas las ciudades del mundo.

En el Perú las bibliotecas no existen o son servicios públicos pésimos. La Biblioteca Municipal de Lima es un servicio ineficiente. Si usted llega a Nueva York o a París, o a Argentina o a Colombia y demuestra que vive en la ciudad, la Biblioteca Municipal le prestará los libros –quien tiene tiempo de leer en las mesas incómodas de la biblioteca.

Frente a este panorama, el impacto de Munilibro es inexistente.

Munilibro parece la pequeña actividad de una municipalidad distrital, no es propia de la Municipalidad de una ciudad de más de 8 millones de personas.

Munilibros conflictos con los autores

Un frente sensible será el de los autores que reaccionarán haciéndose una pregunta ¿por qué publican a estos y no otros?, ¿son amigos de quién?, ¿a quien le han ganado?

Munilibro no cuenta con un comité consultivo

Los autores como gremio responderán negativamente a un proyecto porque colisiona con los diversos enfoques que de la literatura, como espacio social de confrontación sociopolítica, se manejan en este momento.

Las críticas lloverán y muchos de estos autores son periodistas en actividad.

Munilibros conflictos con editores

Los editores locales reaccionarán negativamente pues sentirán, y ya lo han expresado en diversos espacios, que un funcionario municipal compite con ellos deslealmente pues dirige un negocio –Munilibros, tal como lo dice el proyecto, se venderá- con dinero de los contribuyentes, subvencionado, sin riesgo alguno, pues le importará poco que los libros se vendan efectivamente, que los use alguien, porque el “negocio” del funcionario, su sueldo, no depende de si se venden o no. Su negocio es hacerlos, tomarse una foto con ellos y decir que existen y que la Municipalidad lo hizo.

Munilibro debe existir, con un enfoque 2011

Munilibro debe existir en su versión 2011, articulada a una política pública de promoción de la lectura.

Durante la campaña, en las reuniones de educación de Fuerza Social, la visión era "Una ciudad que educa". Lima tiene demasiados ciudadanos que no pueden educarse a sí mismos permanentemente porque no comprenden lo que leen.

En China, en Canadá, México o Argentina la biblioteca pública es un servicio público. Los niños leen porque tienen bibliotecas de aula y de colegio, distritales, municipales. Aquí no existen.

LA ALTERNATIVA

Le propongo que fije la política de promoción de la lectura de la Municipalidad de Lima definiendo primero una política pública que:

1. Asegure el acceso libre y democrático al libro y la lectura de los 8 millones de ciudadanos limeños, en especial de sus niños y adolescentes, a través del fortalecimiento de la red municipal de bibliotecas, dotándola de un servicio de gestión con indicadores internacionales, y destinando los recursos necesarios para que esto ocurra. El año pasado Huarochirí devolvió 3 millones de soles, con ese dinero todos los niños de Huarochirí tendrían libros para leer hasta envejecer.

2. Que todas las actividades de promoción y animación a la lectura sean lideradas por la Bibioteca Municipal y su red de bibliotecas distritales.

3. a. Dentro de las actividades de promoción de la lectura, un modelo Munilibro 2011 recién tendría sentido lógico. Podría consistir en la llegada de una Biblioteca tipo Plan Lector a la escuela, para que sea usada por niños, adolescentes, profesores y padres de familia.

3. b. Esta biblioteca sería comprada a los editores locales que ofrecen libros desde 2 soles hasta 20. La Municipalidad no tiene por qué destinar fondos a contratar personal para una editorial, ni invertir en imprentas, ni almacenes, ni almaceneros, ni en nada, salvo en comprar a buenos precios una biblioteca diversa.

3. c. Para conciliar con la promoción cultural de la lectura, Munilibro llevaría autores peruanos a visitar a sus jóvenes lectores, de modo que convertiríamos la escuela en un centro cultural.

3. d. Con esos mismos cien mil soles también Munilibro podría capacitar a maestros en animación lectora para que hagan bien su Plan Lector.

3. e. Bajo esta esquema, los 100,000 soles alcanzarían para que Munilibro hoy logre lo siguiente:

- 4 bibliotecas con no menos de 50 títulos diversos de 50 autores distintos.

- 4000 mil niños de 5 a 18 años.

- 200 maestros.

- 6 mil padres de familia que deben leer estos libros con sus hijos.

-Munilibro financiaría 10 escuelas de padres, para animarlos a leer.

-Llevaría a más de 20 autores a las escuelas donde darían charlas para padres, profesores y conversarían con sus jóvenes lectores.

-Dejaría un modelo de intervención para que sea replicado con fondos del gobierno central, aunque será responsabilidad de la municipalidad pronto.

-El lanzamiento impactaría mediatamente: reunir a 50 escritores que van a visitar escuelas siempre es bonito anunciarlo.

-Fijaría un estándar de calidad educativa que debe convertirse en exigencia a la escuela privada donde el desastre de comprensión lectora y educativo es similar al de la escuela pública.

-MuniLibro sería entonces libros puestos por la Municipalidad al alcance de los niños en un proyecto integral. Munilibro sería promoción de la cultura literaria peruana. Munilibro promocionaría al autor peruano y lo haría visible y cercano de sus vecinos.

Estamos en el último lugar del mundo en Comprensión Lectora, estamos en emergencia educativa. Homenajear a Barrantes con Munilibro sería darle a este nombre un sentido real de promoción de la lectura, del hábito lector y del desarrollo humano.

Hoy parece la editorial que un funcionario público nunca fue capaz de montar con su dinero, con sus riesgos, con sus propios desafíos.

Javier Arévalo
Director de ReCreo

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