miércoles, 10 de enero de 2018

Un mausoleo para Gamaliel Churata, por José Luis Ayala

Por fin Gamaliel Churata descansa en el Cementerio General de Laykakota en Puno. Finalmente su hijo Amarat Peralta Gallardo, ha logrado que su padre tenga un lugar de donde nunca más nadie podrá removerlo.

De esa manera acaba el injusto tratamiento que tuvo uno de los escritores latinoamericanos más importantes del siglo XX. Ya nadie traficará como desgraciadamente sucedió antes con sus sagrados restos humanos. El peregrinaje después de la muerte de Gamaliel Churata, ha sido realmente injusto, doloroso y deshonesto. Fue abandonado en la puna inhóspita donde nadie lo visitaba, pero además sucedió que su sepultura fue profanada. Nunca se llegó a saber qué es lo que realmente sucedió. Además el lugar no fue declarado cementerio ni estuvo a cargo de alguna entidad estatal.

Ninguno de los responsables, nunca pidió perdón por haber cometido uno de los hechos más crueles con un escritor ahora tan querido y admirado. Según el testimonio de Emilio Vásquez, fue quien financió todos los gastos del traslado de Churata de Lima a Puno. Cuando se supo que había sido desterrado a un lugar inadecuado, con el pretexto de construir un cementerio para escritores puneños, las voces de protesta no fueron escuchadas. Hasta que fue recuperado y llevado a una sección para párvulos en el cementerio Laykakota.

Pero Amarat Peralta Gallardo además, en el mausoleo dedicado a su padre Gamaliel Churata, ha depositado los restos humanos de su hermano mayor Teófano Peralta Castro. Sobre todo, ha recogido simbólicamente los restos humanos del lugar donde estuvo enterrada la Mamita Brunilda (Rosa Calderón), juntamente con sus hijos Teófano y Quemencia, quienes murieron al mismo tiempo siendo niños y causó un gran dolor a Gamaliel Churata. De esa manera, Amarat Peralta Gallardo, ha cumplido no solo con el deber de un hijo ejemplar, sino de un digno descendiente y ahora podrán visitar a Churata las nuevas generaciones de escritores, renovar su fe en la cultura y destino histórico, de un pueblo hispano-quechua-aymara, avasallado por la pobreza social en la que injustamente se debate.

Lo hemos escrito varias veces, pero no está demás señalar que la palabra “indigenismo”, le hizo mucho daño a Gamaliel Churata. Se trata de una mentalidad colonial que trató de clasificarlo como a un escritor menor, aldeano y sin ninguna perspectiva histórica latinoamericana. Menos ubicado en la literatura universal. Cuando en realidad se trata de un escritor vanguardista, descolonizante y subversivo desde la semántica y géneros literarios. Los estudios hasta ahora realizados desde la academia, los cursos de literatura en diversas universidades desde la epistemia, señalan que Churata instauró una distinta manera de escribir una literatura propia.

¿Quién fue realmente el primer escritor peruano en advertir el valor literario de Gamaliel Churata? (1) Fue José Varallanos (2) quien escribió: «El pez de oro, es un libro comparable al manuscrito ‘Amadis de Gaula’ y al libro ‘Ulises’ de James Joyce. ¿Churata habrá leído esos libros? Sin duda. Su gran cultura abarca casi todos los conocimientos humanos. En cada página, el lector se encuentra con pensamientos de filósofos de la antigüedad y modernidad, prácticamente su cultura oceánica lo abarca todo. Entonces, no hay que esperar nada de la academia, de los círculos, de literatos ignorantes que infestan con sus teorías extrañas la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Todos los catedráticos de literatura repiten año tras año lo mismo. Tienen miedo a renovarse, al análisis y a la investigación. De ese modo, Churata nunca será debidamente estudiado, pero ya vendrá la renovación y ocupará el lugar que le corresponde.

»El pez de oro’, no está escrito pensando en un lector de ahora sino de siglos venideros. Churata desarrolla varios temas, por eso parecería que no hay unidad literaria, es que la lógica es otra. Todo indica que es un libro contra cartesiano. Es que todos somos hijos literarios de Descartes, escribimos pensando (con el subconsciente), así desde hace siglos. En cambio, Churata se ha rebelado, ha escrito un libro subversivo desde la semántica hasta la reflexión literaria. Se refiere a América como destino. Nuestros escritores son locales, sus libros no abarcan un contexto amplio. En cambio Churata es muy distinto a todos.

»¿Por qué la crítica literaria no se ha fijado el él? Porque no lee y quienes son insurrectos están destinados al más grave silencio. No hay ningún texto de secundaria que se refiera a Churata. La ceguera, flojera y miopía de los “catedráticos” es tan grande que varios de ellos no tienen la menor idea. “El pez de oro” debería concitar un seminario, un análisis, pero no, los especialistas están ocupados en repetir lo mismo y siempre, más de lo mismo. Ese caso también se dio con César Vallejo, solo cuando la crítica europea empezó a valorar su poesía, recién los “catedráticos” empezaron a repetir lo que leían. Con Churata ocurrirá lo mismo, ya vendrán escritores andinos que expliquen el significado histórico de ‘El pez de oro’, entonces los académicos, como loros amaestrados repetirán los mismos conceptos. Basta».

Tuve la suerte de conocer y tratar muchas veces a José Varallanos. Era por naturaleza iconoclasta, heterodoxo, inconformista, anti tradicionista, detestaba la palabra indigenismo. Enemigo personal de Luis Alberto Sánchez, de quien decía que su Historia de la Literatura Peruana, era una farsa y que no había leído “El peso de oro”, pero maltrataba a Churata, no porque desconocía el quechua y aymara, sino porque no entendió su mensaje filosofante. Decía que a Raúl Porras Barrenechea, defensor de Pizarro lo salvó haber defendido la Revolución cubana, cuando los Estados Unidos le impusieron una censura, aislamiento y bloqueo político detestable.

Pero, ¿a qué se debe que los textos de Churata hayan concitado tanto interés de parte de académicos de varias universidades extranjeras? Sin duda a un descubrimiento histórico literario sin precedentes, a la necesidad de redefinir la creación literaria desde América. Responde al interés de pensar en términos propios desde la identidad y diferencias culturales. A la búsqueda de una literatura con una personalidad plural, valores filológicos auténticamente americanos. Los nuevos investigadores académicos de pronto se vieron frente a un escritor distinto, ante un creador dialéctico que se mueve entre dos mundos.

Con el paso del tiempo, Gamaliel Churata le dará a Puno y al Perú un lugar en la historia en la literatura latinoamericana y cultura humana. Ha empezado un nuevo tiempo. Las nuevas generaciones sabrán entenderlo mejor y reconocer que Churata, será siempre el fuego cósmico y eterno que nunca se pagará.
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NOTAS:
1.- Este es el primer comentario literario en referencia a “El pez se oro” de Gamaliel Churata, cuyo autor es José Varallanos. Fue publicado en la Revista Atusparia. Director: Guillermo Dávila Casquino. Pág. 7. Huaraz. 1959. Se trata de una transcripción literal del texto original. Le debemos al Dr. Varallanos el conocimiento de este documento, nos advirtió que no se trata de una valoración crítica, sino de “una noticia literaria”, oportuna. Lima, 23 de mayo de 1960.
2.- José Varallanos. Nació en Huánuco el 20 de marzo de 1907 y falleció en Lima, el 31 de diciembre de 1996. Abogado, escritor, parlamentario, político, Hermano de Adaberto Varallanos. Autor de “Historia de Huánuco”.

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